Un pequeño mini pueblo, repleto de arquitectura italiana, se encontró escondido en medio de un bosque, ubicado en Gwynedd, en Gales. Mark Bourne y su esposa Muriel, dos granjeros de la zona, lo construyeron para recordar sus viajes por Italia, a donde solían ir con frecuencia.
La pareja construyó, durante 25 años, más de 30 réplicas de monumentos italianos, entre los que están el Puente de Rialto de Venecia, el Duomo de Florencia y la torre inclinada de Pisa. Luego de que Mark muriera en el 2009, la mini Italia quedó abandonada y lo construido comenzó a estropearse.
Vecinos de la comunidad han tomado la iniciativa de recuperar este pequeño pueblito miniatura de pura fantasía y sacan tiempo para hacerle el mantenimiento adecuado. «En términos galeses, son un tesoro nacional. Tenemos quizás una década para restaurarlas antes de que se pierdan para siempre», dijo uno de los voluntarios.
En redes sociales se han dado a conocer algunos de los monumentos. Los usuarios han quedado sorprendidos por la perfección de técnica con la que están hechos y se preguntan, cómo puede ser posible que algo así, de tanto valor, no haya sido descubierto hace mucho más tiempo. Por ello, muchos voluntarios están decididos a recuperarlo y darle la importancia que merece.