Nadia Comaneci es una gimnasta rumana retirada, considerada ícono de esta disciplina artística, tras ser la primera en conseguir un «10», puntuación máxima, en una de sus presentaciones en los Juegos Olímpicos. Un escritor rumano, llamado, Stejarel Olaru, ha querido desenfundar otra parte de su vida, afirmando que tanto ella como algunas de sus compañeras eran víctimas de su entrenador, Bela Karolyi.
En «Nadia and the Securitate», Olaru describe que camino a cualquier competición de importancia, tanto Nadia, como sus compañeras eran sometidas a horas duras de hambre. «Las niñas comían pasta de dientes por la noche antes de acostarse; así de hambrientas estaban. En algunos casos, hablaron en secreto sobre beber agua del tanque del inodoro, porque a menudo no se les permitía beber agua», afirmó.
Presuntamente, Nadia, llegó a decir en una entrevista que fue abofeteada por su equipo de entrenamiento y estuvo tres días enteros sin comer. Cuando le preguntaron sobre el nuevo libro escrito por Olaru, dijo: «Toda mi memoria está en el libro que escribí, Cartas a una joven gimnasta. Nada más que añadir. La vida continua.»
Según el escritor rumano, Karolyi solía comer carne y papas fritas frente a las niñas quienes terminaron sufriendo de trastornos alimenticios como la bulimia. Con respecto a estas acusaciones el entrenador se defendió diciendo: «Por naturaleza, nunca estoy satisfecho. Nunca es suficiente, nunca. Mis gimnastas son las mejor preparadas del mundo. Y ganan, eso es todo lo que cuenta».