En el hospital Al Jatib de Bagdad, en Irak, la zona de reserva de oxígeno para pacientes de coronavirus ha explotado, dejando 82 muertos y 110 heridos, cifras que podrían ir en aumento debido a la gravedad de los heridos en el incidente. Jaled al Mhana, portavoz del Gobierno, confirmó la noticia en Al Ijbariya, un canal de televisión nacional.
Tras el estallido, algunos pacientes saltaron por las ventanas desde varios pisos de altura ante la desesperación por salvar sus vidas, luego de presenciar el denso humo que se esparció por el hospital. «La negligencia en estos asuntos no es un mero error, sino un crimen cuya responsabilidad deben asumir todos los negligentes», dijo Al Kazemi, primer ministro iraquí. Se cree que la falla que originó la explosión fue un corto circuito.
En este hospital habían 120 camas, destinadas enteramente al cuidado y tratamiento de pacientes con Coronavirus. Los enfermos que sobrevivieron fueron trasladados al centro sanitario más cercano al lugar de los hechos. Sus familiares han protestado frente al hospital y demás calles principales de la Bagdad para exigir la mejora de la infraestructura médica y que se tome responsabilidad sobre la tragedia. Los simpatizantes de la organización de Derechos Humanos de Irak ha solicitado la renuncia del Ministro de Sanidad, Hasan Mohamed Abas.