Fuente: Reuters

Un grupo de creyentes regresaban de una peregrinación en Java cuando el autobús en el que se transportaban perdió los frenos. Notaron como el vehículo comenzó a tambalearse y luego un olor a quemado empezó a notarse. El conductor perdió el control y el autobús terminó cayendo por un barranco de 20 metros en Sumedang, Indonesia.

Los pasajeros eran profesores, padres y alumnos de una escuela secundaria islamita que estaba dando testimonio de sus creencias en una localidad cercana a la institución. El accidente dejó 27 muertos, entre los que se cuentan niños y adultos, otras 39 personas sobrevivieron, 13 de ellas con heridas graves.

«Estaba atrapada en mi asiento, pero me las arreglé para salir del autobús. Gracias a Dios, mis dos hijos estaban a salvo», dijo Mimin Mintarish, una sobreviviente de la catástrofe. Las víctimas confirmaron que la causa del incidente pudo deberse a la falla en los frenos del vehículo, algo que incluso tuvo tiempo de decir el conductor, quien también terminó muerto.

En Indonesia, este tipo de accidentes se ha vuelto, lamentablemente, muy común. Los vehículos no son revisados constantemente por lo que muchos siguen circulando aunque no estén en condiciones óptimas para hacerlo. Además, el estado de las carreteras y las normas de tráfico, en su mayoría ignoradas por la población, podrían estar dejando espacio a estas desgracias, reseña Dw.

En 2019, 35 personas murieron cuando un autobús se precipitó por un barranco en la isla de Sumatra. En 2018 otras 27 personas fallecieron en un autobús de turismo que cayó de una colina en la población de Java.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com