Suiza ha llevado a referéndum la prohibición del uso del velo islámico integral, en lugares públicos. El principal promotor de la iniciativa fue el partido conservador UCD y los primeros resultados oficiales respaldan la iniciativa.
Concretamente se prohibiría el uso del velo en sus dos modalidades más comunes, el niqab (el del área del Golfo Pérsico) y el burka (Afganistán). La medida no afecta a la prenda que cubre solo el cabello, el modelo más utilizado por la mayoría de las musulmanas.
La victoria del «sí» ha salido adelante en torno al 52,7 por ciento de los votantes, frente al 47,3 que votó «no» a la prohibición. El resultado significa que la normativa debe incorporarse a la Constitución aplicándose a restaurantes, tiendas y en espacios públicos.
El objetivo es fomentar la igualdad, la libertad y, en particular, la seguridad, ya que evitaría que mujeres a oculten su rostro o que otros lo hagan con un propósito criminal o terrorista. Los detractores tachan la ley de «islamófoba», «sexista» y «racista», aunque muy pocas mujeres usan el velo entero.
Sin embargo el Gobierno suizo no está de acuerdo con la ley en materia económica ya que teme que las personas procedentes de los países ricos del Golfo dejen de viajar al país, y suponga un revés para el turismo.
El debate en torno al velo, en particular, el integral, no es exclusivo de Suiza. Otros países como Francia, Bélgica, Países Bajos y Dinamarca, han legislado prohibirlo. Los gobiernos europeos van más allá de lo religioso ya que quieren asegurar que el velo no suponga un obstáculo para la integración de las niñas y mujeres musulmanas en las sociedades occidentales.