Los padres tienen la misión de enseñar a los niños, lo que esta bien, lo que esta mal, esto sin agredirles o causarles algún trauma. Shane David Stokes y Nicole Betty Moore no lo entendieron, castigaron de la peor forma a su hija de 2 años por ensuciar su pañal.
Los padres prepararon un baño de burbujas, pero de agua hirviendo, y metieron a su hija Maddilyn Rose Ava Stokes, con la seguridad de que esto le causaría un dolor insoportable y aprendería la lección.
La pequeña sufrió quemaduras de segundo grado en piernas, espalda, ingle y glúteos. Sus victimarios trataron de curarla en casa con vendas, papel higiénico y almohadillas de maquillaje que solo ayudaban a limpiar la sangre. El cuerpo de Maddilyn fue hallado cinco días después en la casa de la familia en Brisbane, Estados Unidos. Murió por un paro cardíaco.
Stokes, de 33 años, y Moore, de 26, se declararon culpables de tortura y homicidio y fueron sentenciados este viernes a 11 y 9 años de prisión, respectivamente, reseño DailyStar.co.uk.
Sarah Farnden, fiscal del caso, aseguró que la niña tuvo que haber sentido un dolor indescriptible previo a su muerte. «Habría sentido una gran miseria, estaría incapaz de caminar, incapaz de comer y beber, posiblemente vomitando y delirando. Estaría deshidratada y débil», declaró.