Pablo Casado ha anunciado que el Partido Popular dejará la sede de la calle Génova de Madrid. Una decisión que pretende demostrar un distanciamiento con el pasado corrupto del partido. El edificio de siete plantas situado en el centro de la capital habría sido presuntamente pagado y remodelado con dinero negro.

La decisión ha sido comunicada en una reunión del comité ejecutivo nacional de su partido. “No podemos seguir en un edificio cuya reforma se está investigando”, ha asegurado Casado. La Audiencia Nacional está investigando las obras por las que el PP habría pagado cerca de 900.000 euros procedentes de la caja B del partido. Pese a que la decisión está tomada, aún no se ha decidido dónde se localizará la nueva sede ni cuándo se hará el traslado.

Además, el líder del PP ha aprovechado el encuentro para dejar claro que la “dirección nacional no va a volver a dar explicaciones sobre ninguna cuestión pasada”. Ha asegurado frente a sus compañeros que teniendo en cuenta el calendario judicial que se avecina, el caso de Luis Bárcenas, “no nos lo podemos permitir más”.

Para dejar atrás la corrupción, Pablo Casado ha anunciado que crearán un nuevo departamento de compliance. Un división que se encargará de establecer “mecanismo de transparencia, redención de cuentas y un canal anónimo de denuncias”.

En el encuentro también se han analizados los “malos resultados” de las elecciones catalanas. El líder del Partido Popular ha achacado el fracaso electoral al juicio que se está celebrando contra el extesorero del partido, Luis Bárcenas.

“El coste electoral ha sido y es tremendo, y el daño para la urgente alternativa que necesita España es inasumible”, afirmaba Casado. Ahora pide a sus compañeros de partido dejar atrás las cuestiones del pasado y afrontar los retos futuros.