Una serie de ‘visionarios’ han compartido sus innovadoras ideas en el evento TEDx RocketMinds que se ha celebrado en el centro de operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania.
Según informó la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés), el responsable del laboratorio de telerrobótica el André Schiele realizó una demostración en directo de operaciones robóticas a distancia. Para ello, se puso un exoesqueleto de apenas 10 kg con el que controló un robot ubicado en el centro técnico de la ESA en Noordwijk, Países Bajos – a más de 400 kilómetros de distancia.
El robot interpretó los movimientos de los brazos y de las manos de André como comandos, y le envió retroalimentación a través de una red convencional de telefonía móvil.
“Hacer esto en directo te destroza los nervios”, ha confesado André, “pero puede llegar a ser algo revolucionario. La tecnología que desarrollamos para el espacio tiene un gran potencial en situaciones de emergencia demasiado peligrosas para los equipos de rescate – como el accidente nuclear de Fukushima o el vertido de crudo de la plataforma Deep Water Horizon”.
Los servicios de emergencia llevan mucho tiempo deseando poder enviar robots al lugar de una catástrofe, pero el suministro eléctrico y las redes de comunicaciones suelen ser los primeros servicios afectados por el desastre.
Este exoesqueleto funciona con baterías y envía sus señales a través de una red convencional de telefonía móvil, por lo que se puede desplegar rápidamente en una situación de emergencia, incluso si la infraestructura de la zona ha sido afectada. El robot funcionará mientras tenga cobertura.
Un factor clave es que este robot es capaz de transmitir lo que ‘siente’ al operador que lleva el exoesqueleto puesto. Esta información táctil permite controlarlo con gran precisión en situaciones complejas ya que, por ejemplo, no es lo mismo levantar una roca que sacar a un herido de un edificio en ruinas.