El caso Gürtel vuelve a recuperar protagonismo después de que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz haya emitido un auto este miércoles en el que cita a declarar el 10 de abril a Luis Bárcenas y a Rosalía Iglesias, esposa de este último, porque considera que pudieron llevarse dinero de la contabilidad B del Partido Popular.

Ruz considera que en concreto hay indicios de «una eventual distracción de fondos de la contabilidad B del PP» por parte de Bárcenas «en su condición de gerente y después tesorero con el consiguiente presunto acrecentamiento de su patrimonio y de su esposa a través de determinados movimientos en cuentas bancarias mantenidas por ambos en España y Suiza».

El auto no ha pillado por sorpresa a Bárcenas, que ya se ofreció a prestar declaración a Ruz en una carta escrita desde la prisión de Soto del Real, en la que se encuentra actualmente, el 24 de febrero. En la misma redacción, Bárcenas declaró también que su antecesor en la tesorería del PP, Rosendo Naseiro, le transfirió fondos desde sus cuentas suizas y se ofrecía a entregar todos los documentos que considerara el magistrado de interés para la causa y que estuvieran en su poder. Según un informe de la Agencia Tributaria, Bárcenas e Iglesias defraudaron 11,5 millones de euros entre los años 2000 y 2011.

Ruz, además, quiere que el interrogatorio abarque también a la pieza separada de los papeles de Bárcenas, la contabilidad manuscrita en la que el extesorero consignó entradas de fondos opacos por 7,5 millones de euros entre 1990 y 2008. El juez con esta medida apoya el informe elaborado por la Fiscalía Anticorrupción del pasado 1 de abril en el que el ministerio público se muestra a favor de las nuevas declaraciones de Bárcenas e Iglesias.

Las fiscales Concha Sabadell y Concha Nicolás ven indicios de que Bárcenas se valió “de su condición de gerente del PP y de la opacidad de la contabilidad paralela” para encubrir esas “sustracciones” como “supuestas entregas a distintos destinatarios». Sabadell y Nicolás se apoyan en que el extesorero “podría al menos haberse apropiado de 150.050 euros que habría depositado en sus cuentas suizas”.

Por otro lado, la causa también investiga la “posible detracción” de otros 149.600 euros, que fueron retirados para comprar acciones de Libertad Digital y que acabaron en las cuentas de Rosalía Iglesias. Este dinero se usó, según las fiscales, para adquirir el chalé del matrimonio en Baqueira Beret.

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