El mandatario de Venezuela ha adelantado nuevamente la navidad este año, sin embargo esto solo es una distracción para controlar al pueblo.
Hoy empiezan las celebraciones navideñas en Venezuela, tras la decisión del presidente Nicolás Maduro de iniciar las festividades a partir del 1 de octubre. Según el mandatario, esta medida se toma como un «agradecimiento» al pueblo venezolano. La declaración se realizó a principios de septiembre, coincidiendo con el anuncio de una orden de arresto contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia, emitida por la Fiscalía.
“Septiembre ya está aquí y huele a Navidad. En homenaje a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre. Llegó la Navidad para todos con paz, felicidad y seguridad”, expresó Maduro durante su programa semanal.
Sin embargo, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) respondió que la Navidad es una celebración universal que, en el contexto litúrgico, comienza el 25 de diciembre, y pidió que esta festividad no sea usada con fines políticos o propagandísticos.
Este no es el primer adelanto de la Navidad decretado por Maduro. En 2019, se anunció que las festividades comenzarían el 1 de noviembre. En 2020, un año marcado por la pandemia del Covid-19, la Navidad se adelantó al 15 de octubre. En 2021 y 2022, las festividades iniciaron a comienzos de octubre, mientras que en 2023 comenzaron el 1 de noviembre, con una transmisión en vivo en redes sociales.
La situación festiva en Venezuela es solo una cortina de humo que intenta ocultar la cruda realidad que enfrenta el país. Desde hace varios años, Venezuela ha atravesado una profunda crisis política, intensificada desde la reelección considerada fraudulenta de Nicolás Maduro en 2018. Este proceso electoral fue ampliamente cuestionado por su falta de transparencia y la falta de participación de la oposición, lo cual incrementó la desconfianza tanto a nivel nacional como internacional.
El escenario político se agravó aún más con la reelección de Maduro en 2024, la cual también fue objeto de gran controversia. Diversos observadores internacionales y líderes de la oposición denunciaron irregularidades y opacidad en el proceso, lo que desató una ola de protestas masivas en contra de la reelección.
La oposición, liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, asegura que lograron más del 60% de los votos. Las protestas fueron impulsadas por una sociedad cansada de la crisis económica, la escasez de productos básicos y la represión a la disidencia. Las manifestaciones dejaron un saldo de 27 muertos, 192 heridos y más de 2.400 detenidos, incluidos varios adolescentes.
Maduro responsabilizó a Machado y González Urrutia por los disturbios y solicitó cárcel para ambos. González Urrutia, de 75 años, se encuentra actualmente asilado en España.