El líder del grupo Hezbollah fue abatido el pasado viernes y tras su asesinato surgen las dudas acerca de la sucesión de su mandato.

La muerte de Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah desde 1992, ha dejado un vacío difícil de llenar en la organización. Nasrallah falleció el viernes 27 de septiembre durante un ataque israelí en el sur de Beirut, lo que representa una pérdida significativa para el movimiento chiita libanés.

Hezbollah se enfrenta ahora al reto de encontrar un sucesor a la altura del líder fallecido. Entre los principales candidatos están Hashem Safieddine, primo de Nasrallah y actual líder del consejo ejecutivo, y Naim Qassem, número dos de la organización desde 1991.

Breve biografía de Hassan Nasrallah

Hassan Nasrallah nació en agosto de 1960 en un barrio pobre del este de Beirut, siendo el mayor de nueve hermanos. Su infancia se desarrolló durante la guerra civil libanesa, lo que llevó a su familia a trasladarse al sur del país, una región mayoritariamente chiita. Desde joven, se unió al Movimiento Amal y posteriormente se convirtió en una figura clave en Hezbollah, organización fundada en 1982 con el apoyo de Irán.

En 1992, tras el asesinato de Abbas Mousavi, Nasrallah asumió la dirección de Hezbollah con solo 32 años. Bajo su liderazgo, Hezbollah se consolidó como un actor político importante, celebrando la retirada israelí del sur de Líbano en 2000 como un gran triunfo. Nasrallah mantuvo estrechos vínculos con Irán, lo que definió gran parte de la estrategia del grupo en los años posteriores.

Los posibles sucesores de Hezbollah

Safieddine, nacido en Deir Qanoun en-Nahr, es considerado uno de los más probables sucesores debido a sus lazos familiares y su trayectoria dentro de Hezbollah. Ha estado al frente del consejo ejecutivo y tiene vínculos cercanos con Irán, lo que lo convierte en una figura relevante para la continuidad del grupo.

Por otro lado, Naim Qassem, de 71 años, ha estado involucrado en la política chiita desde la década de 1970. Fue uno de los fundadores de Hezbollah y tiene una larga trayectoria como líder espiritual y político. Su papel público y su experiencia dentro del grupo lo posicionan como un fuerte candidato.