«Matilda» es una película de 1996 conocida por muchos, sin embargo muy poco se sabe del libro original en la que fue inspirada y su autor.
La generación «Millennials» (1981-1996) y la generación «Z» (1997-2012) han tenido el privilegio de nacer y crecer en una época en la que se llevó a la pantalla grande la novela «Matilda», del autor galés Roald Dahl. En el momento de la publicación del libro, en 1988, aunque alcanzó un moderado éxito, no logró el alcance internacional que marcaría a millones de personas de todas las edades alrededor del mundo cuando se creó la adaptación cinematográfica en 1996.
La historia sigue a Matilda, una niña prodigiosa con habilidades telequinéticas, que sufre el rechazo de sus padres y el abuso de su profesora. A sus 5 años, Matilda ya ha leído 16 clásicos, entre los que se encuentran El hombre invisible de H.G. Wells y Jane Eyre de Charlotte Brontë. El autor Roald Dahl, nacido en 1916, vivió de cerca la dureza del sistema educativo británico tras perder a su padre a los cuatro años y experimentar castigos físicos en el internado de Repton. Esta vivencia se refleja en la obra.
El personaje de Matilda, interpretado por Mara Wilson, representa la fortaleza de los niños para enfrentar retos asociados a los adultos. Aunque estamos hablando de poderes irreales, como controlar objetos con la mente, el mensaje fundamental de la historia es cultivar el amor por el conocimiento a través de la lectura, lo que nos prepara para afrontar las injusticias del día a día.
Otras reconocidas novelas del autor, como James y el melocotón gigante y Charlie y la fábrica de chocolate, también destacan por sus protagonistas infantiles que desafían a adultos villanos, lo que lo posiciona como un autor provocador en la literatura infantil.
El ilustrador Quentin Blake, quien colaboró estrechamente con Dahl, creó imágenes que complementan perfectamente la narrativa. A través de Matilda, el autor explora temas como el maltrato infantil y la lucha contra la opresión adulta. Su colaboración constante con Blake realza aún más la magia de sus historias.
Matilda seguirá cautivando los corazones de las generaciones venideras, porque el buen arte se rehúsa a quedar en el olvido y perdura por la eternidad.