La justicia ucraniana ha emitido su primer veredicto desde que se inició la invasión rusa. Cuando se cumplen 89 días de guerra, Ucrania ha condenado a cadena perpetua al primer soldado ruso que juzga.
Vadim Shishimarin, un soldado de 21 años, está acusado por cometer crímenes de guerra. Según el tribunal, “disparó tres o cuatro veces a un civil y una de las balas alcanzó la cabeza”. La víctima, de 62 de años, se desplazaba en bicicleta, no iba armada y no mostró ninguna agresividad.
Los hechos tuvieron lugar en el noreste de Ucrania, en la región de Sumi. De acuerdo con las pruebas que se han presentado, la justicia ha considerado que Shishimarin es “culpable” de las acusaciones, que tuvieron lugar el pasado 28 de febrero.
El acusado ha asegurado que recibió las órdenes por teléfono. En un juicio previo, que se celebró la semana pasada, se declaró a sí mismo culpable y pidió perdón a la viuda del fallecido, que se encontraba en la sala.
Durante el juicio aseguró que su intención no era provocarle la muerte. Aun así, el tribunal ha asegurado que “no tenemos ninguna prueba de que fuera así, porque estaba disparando, sabiendo perfectamente que el resultado de disparar a esa persona sería la muerte”. Por ello, han decidido condenarle a cadena perpetua.
La decisión llega el mismo día que se inicia el Foro de Davos, en el que ha intervenido el presidente ucraniano Volodimir Zelenski. En su intervención por videollamada ha reflexionado junto a los asistentes sobre si la fuerza bruta puede gobernar el mundo y ha pedido “sanciones máximas” para Rusia. “Ahora es el momento de dar una respuesta”, ha dicho Zelenski.