El jueves por la mañana, las tropas rusas invadieron Ucrania por tierra, mar y aire. La comunidad internacional se está distanciando claramente de las acciones de Rusia. ¿Nos pone esto al borde de una tercera guerra mundial?

En una entrevista con la BBC, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que había pruebas de que Rusia estaba planeando la mayor guerra en Europa desde 1945. Según las declaraciones de Johnson, existe la posibilidad de que el conflicto se vuelva sangriento y prolongado. Putin puede estar pensando de forma ilógica y no ver la catástrofe que se avecina.

Según un informe del New York Times, la primera ministra lituana, Ingrida Šimonytė, también expresó su pesimismo. «No hay límites para la imaginación del dictador, no hay bajeza demasiado baja, no hay mentira demasiado descarada, no hay línea roja demasiado roja. Lo que hemos presenciado esta noche puede parecer surrealista para el mundo democrático. Pero la forma en que respondamos a ella nos marcará para las generaciones venideras«.

El presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, pidió al mundo que formara una «coalición anti-Putin» y obligara a Rusia a hacer la paz.

Como respuesta, a primera hora de la mañana, el presidente de Estados Unidos, Biden, dijo que Rusia era la única culpable de la catastrófica pérdida de vidas y del sufrimiento que se avecina. Dijo que se pondría en contacto con la OTAN para dar una respuesta firme y unida a las acciones del Kremlin. Sin embargo, según Biden, sólo habría una guerra mundial «si los estadounidenses y los rusos comienzan a dispararse mutuamente«.