Esta noche es la última del año y en España se despide comiendo 12 uvas al ritmo de las Campanadas. Una tradición con un origen poco conocido y con varias teorías que explican por qué lo hacemos.
Una de las primeras recoge que esta tradición se remonta al año 1882. Entonces, la burguesía madrileña presumía de despedir el año comiendo uvas y brindando con champán en fiestas privadas. Esto llegó a oídos del pueblo que no dudo en copiarlo y hacerlo todos juntos frente a la Puerta del Sol.
Sin embargo, la teoría más extendida data de 1909 y tiene su origen en Alicante. Este año hubo una gran cosecha de uvas en el territorio alicantino y los agricultores se propusieron vender el máximo número de racimos posibles para evitar tirarlos.
Para ello, planificaron una campaña navideña que relacionaba las uvas con la buena suerte. Desde entonces, la uva blanca Aledo se utiliza para despedir el año en todo el territorio español.
Pese a que el origen es incierto y ninguna teoría está probada, la primera vez que las Campanadas se retransmitieron en televisión fue en 1962 y las uvas no faltaron. Pero ¿por qué comemos exactamente 12 uvas?
Las 12 uvas que los españoles comen al ritmo de las Campanadas representan los 12 meses del año. Esta fruta se ha convertido en el símbolo de la alegría, hermandad y espiritualidad, por ello al comerlas se espera que traigan buenas nuevas para el año entrante.
Otra de las tradiciones de Nochevieja pasan por llevar ropa interior roja, para la buena suerte. Además, hay muchos que brindan con un anillo de oro dentro de la copa de champán, para tener éxito en el amor.