Ayer, domingo 31 de octubre, un hombre disfrazado de Joker, el villano de Batman, apuñaló al menos a 17 personas en un tren de cercanías de Tokio.
El hombre iba armado con un cuchillo y, además de apuñalar a todas esas personas, provocó un incendio antes de ser finalmente detenido.
El ataque surgió de la nada, y el hombre empezó a golpear a varios pasajeros con el cuchillo. Al principio los pasajeros pensaron que se trataba de algo relacionado con Halloween, pero cuando el hombre empezó a agitar el cuchillo cubierto de sangre, cundió el pánico.
Los pasajeros intentaron huir, algunos trepando por las ventanas del tren y otros escapando a otros vagones, mientras el humo empezaba a llenar el tren después de que el sospechoso vertiera un líquido inflamable y le prendiera fuego.
Más tarde, la policía consiguió frenar el desenfreno del hombre y detenerlo, pero desgraciadamente ya había herido a hasta 17 personas. Las autoridades no revelaron el motivo del ataque, pero fuentes locales informaron de que el atacante «quería matar gente para ser condenado a muerte«.
En el pasado, otro incidente similar había sembrado el terror en Tokio. Un día antes de las ceremonias de clausura de los Juegos Olímpicos de Tokio, en agosto, un hombre de 36 años apuñaló a 10 pasajeros a bordo de otro tren. En ese caso, el sospechoso dijo a la policía que quería atacar a las mujeres que parecían ser felices.