El Sierra Pacific Synod – uno de los 65 sínodos de la Iglesia Evangélica Luterana en América – eligió a Megan Rohrer como obispo el sábado 8 de mayo. Se trata del primer nombramiento de una persona transgénero para un ministerio episcopal en las principales denominaciones de las iglesias cristianas de Estados Unidos.

El nuevo obispo dice estar encantado con este nuevo nombramiento. Anteriormente ha sido la primera persona transgénero en ser ordenada en la Iglesia Evangélica Luterana en América (2006), y también la primera en ser pastor de una comunidad parroquial. Dice: “En estos tiempos, cuando la gente piensa lo peor de los transexuales, los luteranos han declarado una vez más que los transexuales son hermosas criaturas e hijos de Dios. Al aceptar la llamada a este ministerio, agradezco a todos los que han rezado por mí y por mi familia.”

El de Rohrer, sin embargo, no fue un camino fácil. Había sido expulsada del grupo de jóvenes de su comunidad parroquial tras declarar que era lesbiana. La situación mejoró durante sus años en la universidad, donde encontró comprensión y mayor sensibilidad. Durante estos años también se interesó por la teología, que estudió primero en San Francisco y luego en Berkley. Su ordenación tuvo lugar en 2006, pero la Iglesia Evangélica Luterana en América la aceptó y reconoció formalmente en 2010.

Entre las cuestiones más urgentes, Rohrer señaló la necesidad de combinar la comunicación y la evangelización. Después, de hacer un esfuerzo decidido para atender las necesidades de vivienda de las familias pobres de una zona entre California y Nevada.

En la web, muchos estaban convencidos de que el nuevo obispo podría empezar a actuar como una Star. Sin embargo, se centró principalmente en la conexión de su fe con las formas tradicionales del cristianismo y el luteranismo.