El pasado 14 de agosto un terremoto de magnitud 7.2 sacudió a Haití dejando casi 1.500 personas fallecidas y numerosos daños materiales irrecuperables. Ahora, otro fenómeno natural amenaza al país: el ciclón Grace podría producir deslizamiento de tierras y fuertes inundaciones.
El Centro Nacional de Huracanes, de Estados Unidos, avisó sobre la peligrosidad de Grace, que a las 8:00 horas del país norteamericano ya estaba a 125 millas (200 kilómetros) al este de la capital haitiana, Puerto Príncipe. Las rachas de viento llegan hasta los 55 km/h y podría rozar también las cosas de Cuba, Jamaica y las Islas Caimán.
Enfermedades como el cólera o el propio Covid-19 podrían proliferar por las corrientes de agua y el inexistente uso de mascarillas y conservación de la distancia de seguridad. La red telefónica se mantiene cortada y los médicos todavía atienden a muchos heridos bajo los arboles o a orillas de la carretera.
«Fuimos al hospital pero no había suficientes médicos para atendernos», dijo Jeanette Pierre. Su primo murió en el terremoto y su padre de 71 años terminó con sus dos piernas fracturadas luego de que su casa se derrumbara sobre el. La Organización de las Naciones Unidas, propuso ayer la apertura de un «corredor humanitaria» para hacer llegar toda la ayuda posible a Haití.