Muchas de las personas adictas no imaginan el bienestar en salud y vida que pueden tener al dejar de consumir el maléfico estupefaciente. Esto lo conoció de cerca Ginny Burton, que pese a una vida entre drogas, violaciones y maltratos, consiguió graduarse en la Universidad South Seattle College en Washington. Allí realizó estudios de Ciencias Políticas y fue premiada con la prestigiosa Beca Truman 2020.
Ginny nació en 1972 en la población de Toluma, Washington en Estados Unidos. Se inició en el mundo de la droga a los seis años con Canabis, supuestamente su Madre la indujo a ese mundo puesto a que era traficante de drogas. Su padre tampoco pudo ser un apoyo para ella, estaba en prisión por robos a mano armada.
Ginny cuenta que la mayor parte de su vida estuvo sumergida en las Drogas, a los 12 años consumía metanfetaminas y a los 14 años crack. Uno de los clientes que compraba drogas a su Madre, le violó por lo que trató de suicidarse en más de 2 oportunidades. Mientas tocaba fondo con su adicción, una y otra vez.
“Te ves atrapado en la calle y hueles a heces, no te has duchado, y no puedes hacerlo en un servicio social durante las horas de trabajo porque estás demasiado ocupado tratando de alimentar tu adicción, y tu adicción es más grande que tú», cuenta Ginny.
Ya a la edad de 23 años tenía dos hijos, que fueron apartados de su cuidado tras su adicción a la heroína y a la relación abusiva en la que estaba inmensa. Estuvo en prisión tres veces por robos de coches. La última vez que fue apresada le sirvió para mantenerse sobria, aunque poco después volvió a caer, pero no pasó mucho tiempo cuando fue arrestada nuevamente y decidió entonces que su vida tenía que cambiar.
Gracias a un programa para adictos ordenado por la corte, comenzó a tomar clases en la Universidad. Consiguió graduarse a los 48 años en la Universidad South Seattle College en Washington. Ginny desea que su experiencia sea de inspiración para aquellas personas que se encuentran en adicción a las drogas y quieran salir de ese desdichado mundo.