Las autoridades israelíes han informado del fallecimiento de dos personas y cerca de 157 heridos después de que se desplomasen las gradas de una sinagoga. El templo, situado en la Cisjordania ocupada, se encontraba incompleto y en obras.
Cuando se produjo el colapso, las gradas estaban repletas de feligreses que celebraban el inicio del festival de primavera Shavuot. Los fallecidos son un hombre de cincuenta años y un niños de doce.
Los más de cien heridos fueron rescatados por los servicios de emergencias después de permanecer aplastados. Al menos 54 de ellos han necesitado ser trasladados a un centro hospitalario. Muchos de los heridos graves fueron transportados en helicóptero.
El alcalde del asentamiento Givat Zeev ha declarado que el edificio de cinco pisos no estaba terminado y que celebrar actos en su interior era peligroso. Además, ha asegurado que la policía había ignorado peticiones previas para tomar medidas.
Por su parte, las autoridades policiales han asegurado que tras el incidente se arrestará a los responsables. El jefe de policía, Doron Turjeman, ha comentado que “una vez más estamos atendiendo un evento con negligencia, un comportamiento irresponsable”.
El incidente se ha producido poco más de dos semanas después de que 45 personas fallecieran en el Monte Merón. Allí, miles de fieles judíos ortodoxos se reunieron, en el primer acto masivo desde la pandemia, para celebrar la festividad del Lag Baomer. Sin embargo, la celebración acabó en tragedia al producirse una avalancha por lo que creían era un aviso de bomba.