El presidente de Rusia, Vladimir Putin, quiere impedir que su país y sus exmandatarios sean comparados con la Alemania Nazi, liderada por Adolf Hitler, una época oscura y de mucho sufrimiento para los ciudadanos alemanes. Algunos han comparado la crueldad de Hitler con la de Joseph Stalin, un gran dictador de la Unión Soviética, pero esto es algo que Putin no está dispuesto a consentir.

El jefe de estado ruso, ha presentado un modelo de ley en el que se impide la comparación entre las políticas de ambos países. Aunque los opositores han calificado su posición como una herramienta que coarta la libertad de expresión, él ha aclarado que su objetivo es que se reconozca la importancia del gobierno ruso en la caída de Hitler.

En 2014, Putin ya había puesto en marcha una ley que prohibía la distorsión de las acciones de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. Su incumplimiento podría ser cobrado hasta con cinco años de cárcel. «El pueblo ruso, libró la lucha principal contra el mal universal del nazismo. El ejército soviético es un libertador y, por lo tanto, un benefactor de Europa», dijo la Presidenta del Comité de Cultura de Rusia, Elena Yampolskaya, a través de un comunicado.

Según Newsweek, el papel de Rusia en la Segunda Guerra Mundial figuró en varios bandos. Primero trabajó a la par de Alemania creando campos de concentración de trabajo forzado, pero posteriormente cuando Alemania quiso invadir sus territorios se convirtieron en enemigos y Rusia comenzó su lucha contra ellos.