La cadena de jugueterías Toys ‘R’ Us comunicó el pasado miércoles a sus empleados que va a vender o cerrar todas sus tiendas en Estados Unidos y que, probablemente, liquidará su negocio también en España, Francia y otros países.
El máximo responsable de la empresa, David Brandon, trasladó ese mensaje a los trabajadores en la sede central, en Wayne (Nueva Jersey).
En Estados Unidos, la medida afectaría a más de 700 establecimientos, incluidos Babies ‘R’ Us, y podría suponer la desaparición de hasta 33.000 puestos de trabajo durante los próximos meses.
El Journal indicó que Brandon dijo a los empleados que es probable que Toys ‘R’ Us liquide también su negocio en Francia, España, Polonia y Australia.
Además, planea vender sus operaciones en Canadá, Europa Central y Asia, citando una conferencia que el directivo mantuvo con los trabajadores.
“Estamos poniendo un cartel de ‘se vende’ en todo“, dijo Brandon a los empleados.
Según el Journal, el directivo aseguró que “lo único que tiene que hacer cualquiera es ofrecer un dólar más” de lo que están proponiendo las firmas de liquidación.
Por ahora, la empresa no ha hecho ningún anuncio oficial sobre estas decisiones.
Sí anunció que cerrará todas sus jugueterías en el Reino Unido durante las próximas seis semanas, una decisión que dejará a más de 3.000 personas sin trabajo.
Este martes, la cadena financiera CNBC adelantó que Toys ‘R’ Us estaba ultimando un plan para liquidar todo su negocio estadounidense.
Según el Journal, la empresa tinia previsto entregar a última hora del miércoles esa documentación, antes de una audiencia judicial sobre su proceso de bancarrota prevista para mañana.
Toys ‘R’ Us se acogió el pasado septiembre a ese proceso, acuciada por su elevada deuda y lastrada por los cambios en los hábitos de consumo de los compradores.
Aunque inicialmente anunció que mantendría abiertas todas sus tiendas bajo ese proceso, en enero la cadena ya informó del cierre de 182 establecimientos en EE.UU.
En todo el mundo, Toys ‘R’ Us cuenta con unas 1.600 tiendas y con aproximadamente 60.000 empleados, una cifra que se dispara a más de 100.000 durante el periodo navideño.
De confirmase su cierre, la cadena de jugueterías pondría fin a más de medio siglo de operaciones.