El juez Pablo Ruz ha imputado al expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell por incurrir un delito fiscal al no haber tributado ante Hacienda por la totalidad de los contratos firmados por el fichaje de Neymar.
La historia no termina ahí ya que el club azulgrana también ha sido imputado, en su caso como persona jurídica por defraudar más de nueve millones de euros. En este momento esta en manos de los demandantes el solicitar se actúe contra el resto de los firmantes de los contratos, Josep Maria Bertomeu, actual presidente culé, Javier Faus, vicepresidente económico y el padre del jugador en calidad de representante, Neymar Da Silva.
En febrero pasado el club catalán realizó un pago ante Hacienda por 13 millones por los impuestos no abonados, cantidad a la que se sumaron otros cuatro millones pagados posteriormente. Dichos depósitos ante la agencia tributaria no exonera a los responsables, ya que se realizó posterior al inicio del juicio.
El Barcelona tendrá que entregar diversos documentos para aclarar las formas y tiempos en que ha hecho frente a las retenciones y pagos de distintos conceptos de los diversos contratos.
El caso Neymar vió la luz el 22 de enero de este año, cuando el Juez Ruz admitió la querella presentada por Jordi Cases, socio del club, en contra de Rosell en su papel de presidente del club. En aquel momento se conoció que el importe real del traspaso no fue de 57,1 millones como se había declarado, sino de más de 86 millones de euros.
La Fiscalía ha determinado en su investigación que el club emitió «contratos simulados» como parte de una «ingeniería financiera» para engañar y ocultar el total de las transacciones realizadas durante la operación de compra del futbolista brasileño proveniente del Santos de Brasil, teniendo como objetivo engañar a la Hacienda Pública.