La frontera de Melilla asaltada por más de 700 emigrantes africanos que intentaban entrar en España a través de la frontera de Marruecos.  De los seiscientos que han intentado pasar a la ciudad española, solo 140 han conseguido entrar en el territorio, los otros 150 se han quedado a mitad de camino, ya que fueron descubiertos por la policía marroquí cuando se encontraban en la cima de la verja de  seis metros de altura que separa la frontera. A pesar de los intentos de los inmigrantes por alejar a los agentes lanzándoles pequeñas bolas de fuego hechas con sus ropas, no han podido escapar a los agentes, que los obligaron a bajar con spray pimienta. Al grito de «libertad», otros intentaron escapar subiéndose a las farolas que iluminan la zona.

Tras el arresto, algunos que habían resultado heridos han sido atendidos en un centro de Cruz Roja situado en las inmediaciones, mientras aquellos más graves fueron llevados al hospital.

La suerte no ha sonreído a los 140 que consiguieron entrar en territorio español. Según una nota del Ministerio del Interior han sido acogidos, por el momento, en un centro en un centro de acogida hasta que ser de nuevo reportados a su país. El centro en cuestión está al límite de sus posibilidades, ya que hospeda 19000 migrantes. Mucho más de su capacidad.

Desde que en febrero 15 personas perdieran la vida en un naufragio tratando de cruzar la frontera de Ceuta, España y Marruecos han reforzado la vigilancia pero no ha disuadido a los inmigrantes, que con el inicio del buen tiempo, siguen intentando dar el salto.