El Atlético de Madrid logró tres importantísimos puntos en el campo del Getafe que le ponen en franca posición para alzarse con el título doméstico.
Los hombres del Cholo salieron decididos a dar un nuevo empujón a su lucha por el campeonato después de la derrota blaugrana en Granada. Los primeros minutos fueron de tanteo entre ambos conjuntos. El choque estaba trabado, rocoso, duro por momentos con patadas feas y tánganas continuas. Hasta que a los 30 minutos de juego Godín, con un imperial salto dio el primer aviso a los azulones con un testarazo que sacó Codina in extremis. Apenas 10 minutos después, y cuando todo parecía abocado a irse a los vestuarios con el empate sin goles, de nuevo Godín, aprovechando un error en la salida del guardameta getafense, abrió el marcador con un cabezazo certero.

Penalti fallado y susto monumental
Los jugadores atléticos salieron en la segunda mitad con la clara idea de no permitir ocasiones al Getafe que les pudiera privar de una victoria que tocaban con la mano. Esto se les puso más fácil cuando a los 20 minutos, tras un córner bien botado por Koke, el balón le cayó a Miranda dentro del área pequeña, y cuando se preparaba para fusilar a Codina, Lafita le hizo un placaje al más puro estilo rugby para evitarlo. El colegiado indicó los 11 metros y dejó a los locales con uno menos. Diego Costa lo tiró, y por tercera vez en esta liga el hispano-brasileño volvió a errar tras una buena mano del cancerbero azulón. Sin embargo, las fuerzas en el equipo de Contra ya no daban para más y vieron como a falta de seis minutos para el final, ésta vez sí, Diego Costa, ponía la sentencia empujando a la red un pase de la muerte de Adrián. A pesar de la alegría por el tanto, muchos corazones rojiblancos dejaron de latir porque en el gol, su delantero de referencia se había estrellado con la inercia de manera brutal con el poste y tenía una herida enorme en la tibia. El jugador fue retirado en camilla pero Diego Simeone tranquilizó a la afición pocos minutos después en rueda de prensa asegurando que “sólo ha sido una pequeña raja”.