El gobierno ucraniano ha decidido pasar a la acción, no solamente utilizando las fuerzas del orden tradicionales – Policia y fuerzas especiales- , en un tentativo de reconquistar las ciudades de las regiones orientales ocupadas por filorusos, sino que también un batallón de la Guardia Nacional ucraniana ha sido movilizado y a partir del martes se asentará en Izyum-Slavyansk, un importante territorio al confín con Rusia. Así lo ha anunciado el Ministro del Interior Mykola Velichkovych.
La Unidad especial está formada por parte de los miembros de las fuerzas de Plaza Maidan (escenario de las protestas) en Kiev, un grupo filoeuropeo del que formaban parte extremistas de extrema derecha «Praviy Sektor”, y 350 reservas de la Guardia Nacional. La movilización ha sido anunciada hace menos de 24 horas, por lo que las tropas están todavía llegando al punto de reunión en que recibirán instrucciones y armas.
El conflito Moscú- Kiev parece no tener fin. El Ministro de Exteriores ruso ha definido la elección ucraniana de mandar tropas regulares a las regiones orientales donde se habla ruso, donde los centro neurálgicos están ocupados por separatistas filorusos, ayudados de tropas especiales rusas, como una ‘orden criminal’. Por este motivo, Mosú pidió la convocación urgente del Consejo de Seguiridad de las Nacionales Unidas para solucionar la crisis con Kiev, recordando que depende solo de occidentes impedir que Ucrania inicie una guerra Ccivil (excusa para intervención armada muy similar a la de crimea), que sería la única opción para restablecer el orden, según el Kremplin.
Durante la décima reunión desde que dieran comienzo la ocupación rusa. Con mayor o menor énfasis, la mayoría de los 15 miembros del Consejo de Seguridad ha reconocido la intervención de Rusia en los últimos acontecimientos del Este de Ucrania, llamando la atención sobre los paralelismos con lo sucedido en Crimea. Todos han defendido el derecho a la no injerencia y la necesidad del diálogo para resolver la crisis en Ucrania.
La reunión de urgencia del Consejo de Seguridad ha demostrado el abismo que todavía separa a las partes implicadas para llegar a una solución que permita atemperar la tensión en la región, acrecentando el escepticismo de que el próximo jueves la reunión a cuatro entre EE UU, Rusia, Ucrania y la Unión Europea, pueda acercar posturas. El ultimátum ucranio y las amenazas de nuevas sanciones a Rusia por parte de Bruselas y de Washington podrían determinar al Kremlin a no asistir al encuentro.