La Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha presentado un informe en el que indica que la agricultura urbana y periurbana está muy extendida en América Latina y el Caribe, pero que para aprovechar todo su potencial requiere un mayor apoyo de los gobiernos nacionales, estatales y locales de la región.
El texto, ‘Ciudades más verdes en América Latina y el Caribe’, se centra en los progresos alcanzados en la consecución de ciudades dónde la agricultura está reconocida en las políticas públicas y se incluye en las estrategias de desarrollo urbano y está basado en los resultados de una encuesta en 23 países y datos de 110 ciudades y municipios.
El nuevo informe, presentado en el Foro Urbano Mundial que se celebra estos días en Medellín (Colombia), incluye perfiles de la agricultura que se practica dentro y alrededor de ciudades como La Habana, Ciudad de México, Antigua y Barbuda, Tegucigalpa, Managua, Quito, Lima, El Alto (Bolivia), Belo Horizonte (Brasil) y Rosario (Argentina).
La principal ventaja de la agricultura urbana y periurbana es la de proporcionar un mejor acceso a los alimentos a familias de bajos ingresos. No obstante, la encuesta también indica que en 16 de los 23 países estudiados, los agricultores obtenían algunos ingresos con esta actividad.
Además, en muchos programas de agricultura urbana y periurbana de América Latina y el Caribe, hay una clara tendencia hacia la adopción de tecnologías y prácticas agrícolas que producen más alimentos, y de mejor calidad, a la vez que optimizan el uso de los recursos naturales y reducen la dependencia de las sustancias agroquímicas.
Otra tendencia es la propagación de las ‘ferias bio’, que venden alimentos orgánicos de producción local. Además, muchos agricultores urbanos se han incorporado a la cadena de valor como procesadores intermedios o finales de jugos de frutas, verduras, carnes, alimentos enlatados, lácteos, aperitivos y cosméticos naturales.
La FAO afirma que para crear ciudades más verdes es necesario el apoyo de los gobiernos, destacando que solamente doce de los 23 países estudiados tienen políticas nacionales que promueven expresamente la agricultura urbana y periurbana. El estudio también ha constatado que este tipo de agricultura muchas veces no figura en la planificación y ordenación del uso de la tierra en las ciudades de América Latina y el Caribe.