Los huracanes vuelven cada año sin piedad. Esta vez, en Florida, Estados Unidos. Aquí te explicamos dónde se originan y sus causas.
Después de que el huracán Milton golpeara Florida, el 11 de octubre, las autoridades y los residentes continúan trabajando en la limpieza de calles y viviendas afectadas por la caída de árboles y cables eléctricos, así como en el drenaje de vecindarios inundados. La cifra de fallecidos asciende a 16 personas, mientras que miles de residentes han sido desplazados, según las autoridades locales.
Las pérdidas económicas provocadas por el huracán se estiman entre 30.000 y 60.000 millones de dólares en daños asegurados, según Marcos Álvarez, analista de Morningstar DBRS. Aunque estas cifras son elevadas, se encuentran por debajo de las proyecciones iniciales más pesimistas. Sin embargo, otros expertos sugieren que el impacto total para las aseguradoras podría alcanzar los 100.000 millones de dólares.
Condiciones favorables para las catástrofes
Cada año, de junio a noviembre, los huracanes impactan gravemente en el Golfo de México, el Caribe y la costa este de los Estados Unidos. Este fenómeno se debe principalmente a la formación de ondas tropicales, perturbaciones atmosféricas que generan áreas de baja presión. Estas ondas, originadas en África Oriental desde mediados de julio, son impulsadas hacia el oeste por los vientos alisios y, si las condiciones de humedad, temperatura y viento son adecuadas, pueden transformarse en huracanes.
México, Estados Unidos y las islas del Caribe son especialmente vulnerables debido a las condiciones climáticas propicias para el desarrollo de huracanes. El anticiclón de las Bermudas-Azores, una zona de alta presión, es clave en la trayectoria de estos ciclones. Si el anticiclón es débil, el huracán puede dirigirse hacia la costa este de Estados Unidos. Si es más fuerte, puede redirigirlo hacia el Golfo de México y Florida, como ocurrió con huracanes recientes.
El cambio climático es un factor preocupante en este contexto. Según explicó el meteorólogo Gary M. Barnes para la BBC, el aumento de la temperatura de los océanos podría intensificar la fuerza de los huracanes, aunque aún faltan datos suficientes para confirmarlo. En un futuro próximo, la evidencia podría demostrar la influencia directa del cambio climático en estos fenómenos extremos.
Las comunidades en estas regiones continúan adaptándose y preparándose para los desafíos anuales que suponen estos poderosos eventos climáticos.