«Operación Final», es una película cargada de referencias históricas, principalmente hacía el régimen Nazi y uno de sus protagonistas.
En «Operación Final», película dirigida por Chris Weitz y estrenada por Netflix en 2018, se muestra la captura de Adolf Eichmann, arquitecto de la «Solución final», en Buenos Aires en 1960. La cinta se desarrolla en una casa segura en la capital argentina, donde el agente del Mossad Peter Malkin (interpretado por Oscar Isaac) alimenta al prisionero.
Eichmann, escondido bajo el nombre «Ricardo Klement», es interrogado sin ser torturado mientras intenta negar su verdadera identidad. La historia captura la tensión y el dramatismo del secuestro, cuestionando la lealtad de la comunidad judía en Argentina y la implicación del gobierno de Frondizi. La película, protagonizada también por Ben Kingsley, retrata cómo Eichmann es llevado a Israel para ser juzgado, en un hito histórico para la justicia y la memoria del Holocausto.
La música de Alexandre Desplat y las interpretaciones de los actores logran transmitir la intensidad de este suceso, con momentos impactantes y emotivos, como la representación de cadáveres en camiones, escenas que rememoran la barbarie nazi. Aunque la película tiene altibajos en su narrativa, logra plasmar la importancia de llevar a juicio a uno de los principales responsables del genocidio judío.
Historia de uno de los perpetradores del holocausto
Adolf Eichmann, nacido en 1906 en Alemania y educado en Austria, se unió al Partido Nazi y a las SS (Schutzstaffel o “escuadras de protección”) en 1932, alentado por Ernst Kaltenbrunner. Tras la anexión de Austria en 1938, Eichmann lideró la Oficina Central de Emigración Judía, facilitando la migración forzada de miles de judíos austriacos. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, pasó a desempeñar un rol crucial en la deportación de judíos a campos de exterminio. Desde la Oficina Principal de Seguridad del Reich (RSHA por su siglas en alemán), planificó la «Solución Final» y participó en la deportación de más de 1.5 millones de judíos.
En 1944, coordinó la deportación masiva de judíos húngaros, destacándose por su crueldad y efectividad. Tras la guerra, Eichmann logró escapar y establecerse en Argentina bajo la identidad falsa de Ricardo Klement. Sin embargo, en 1960 fue capturado por los agentes del Servicio de Seguridad Israelí (Mossad) y llevado a Israel, donde enfrentó juicio. El proceso judicial, transmitido globalmente, impulsó el interés público en el Holocausto. Eichmann fue declarado culpable y ejecutado en 1962, y sus restos fueron esparcidos en el mar.