Después de 47 años en el corredor de la muerte, Iwao Hakamada, fue absuelto por el tribunal japonés. Aquí te contamos su dolorosa historia.

Iwao Hakamada, un exboxeador japonés de 88 años, ha sido absuelto por un tribunal japonés tras pasar 47 años en prisión, siendo el prisionero que más tiempo ha permanecido en el corredor de la muerte en todo el mundo. Hakamada, fue condenado en 1968 por el asesinato de una familia, pero su sentencia fue anulada en 2014 debido a serias dudas sobre la autenticidad de las pruebas utilizadas en su contra.

En su juicio original, Hakamada fue acusado de asesinar al dueño de la fábrica de miso donde trabajaba, junto con la esposa y los dos hijos del empresario, para luego incendiar su casa. Las autoridades presentaron como evidencia clave unas prendas de ropa manchadas de sangre que, según las investigaciones recientes, fueron falsificadas por la policía y la fiscalía para incriminarlo.

Después de ser arrestado el 18 de agosto de 1966, Hakamada fue sometido a un intenso interrogatorio de 12 horas diarias durante un total de 23 días, según un informe de la Anti Death Penalty Asian Network. Su confesión ocurrió en el día 20, pero continuó siendo interrogado durante tres días más. Durante ese periodo, Hakamada firmó varios documentos en los que aceptaba su presunta culpabilidad.

En el juicio, Hakamada negó sus confesiones y reveló que había sido coaccionado mediante la privación de necesidades básicas, como comida y agua, y no se le permitió usar el baño. Además, fue sometido a maltratos físicos, como puñetazos y patadas. En una carta dirigida a su hermana, Hakamada expresó: «Uno de los interrogadores puso mi pulgar sobre una almohadilla de tinta, lo acercó al acta de confesión escrita y me ordenó: ‘¡Escribe tu nombre aquí!’, mientras me gritaba, me daba patadas y me torcía el brazo».

El juez Koshi Kunii, del Tribunal de Shizuoka, declaró que las pruebas fueron manipuladas, y en 2014 ordenó la realización de un nuevo juicio, un hecho extremadamente raro en Japón. Tras casi una década de espera, el tribunal finalmente absolvió a Hakamada, quien a sus 88 años padece serios problemas de salud mental, posiblemente debido a los largos años que pasó aislado en prisión.

Este caso es solo el quinto en la historia del Japón de posguerra en el que un condenado a muerte es absuelto tras un nuevo juicio. La última vez que ocurrió algo similar fue hace 35 años. A pesar de su liberación, Hakamada podría recibir una compensación económica por los años que pasó encarcelado injustamente, siempre que la fiscalía no apele la decisión.

El caso de Hakamada ha llamado la atención tanto en Japón como en el extranjero, especialmente por el impacto que el sistema judicial japonés tiene sobre los condenados a muerte. La manipulación de pruebas y la falta de revisiones judiciales exhaustivas son algunas de las críticas más fuertes hacia el sistema. La absolución de Hakamada marca un paso importante hacia una mayor transparencia judicial, aunque queda por ver si este caso servirá como precedente para otros presos en situaciones similares.

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