El invierno se acerca y los cambios en el horario europeo también, así que aquí te damos las fechas exactas para invierno y por qué existen.
Ha comenzado septiembre y con ello el inicio del final del verano. La estación otoñal se encuentra a la vuelta de la esquina, y los horarios en España y la Unión Europea cambiarán nuevamente, como ocurre anualmente. Actualmente, se utiliza el horario de verano, que comenzó el 31 de marzo, y pronto se producirá el cambio de hora al horario de invierno.
Como es costumbre cada año, los relojes de las personas que residen en Europa se atrasarán una hora a las 2:00 de la madrugada del último domingo del mes, que este año será el 27 de octubre. Un decreto de ley ha fijado estos cambios de hora hasta el año 2026. Este tema ha sido controvertido en Europa, con algunos expertos afirmando que ya no es necesario y que incluso puede llegar a afectar la salud, mientras otros defienden su continuidad por los beneficios de ahorro de energía que aporta.
Origen del horario de invierno y verano
El origen del cambio de horario se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania, en 1916, se convirtió en el primer país del mundo en implementar estos ajustes en su horario. En ese periodo, la mayor fuente de energía era el carbón, pero debido a la guerra, este escaseaba, así que decidieron ajustar la hora para disminuir el uso de luz artificial en verano y de esta forma ahorrar energía.
Según un artículo de National Geographic, las variaciones estacionales en la duración del día se deben a la rotación inclinada de la Tierra. Nuestro planeta gira sobre su eje a un ángulo constante de 23,4 grados con respecto a su órbita alrededor del Sol. Esto provoca que, mientras en el ecuador la duración del día y la noche se mantenga cercana a las 12 horas durante todo el año, las regiones más al norte y al sur experimenten cambios más pronunciados.
Durante el verano en el hemisferio norte, este se inclina hacia el Sol, lo que resulta en días más largos y temperaturas más cálidas. En contraste, el hemisferio sur atraviesa el invierno con días más cortos y temperaturas más frías debido a su inclinación alejada del Sol. Seis meses después, los roles se invierten: el hemisferio norte entra en invierno con días más cortos, mientras el hemisferio sur disfruta de un verano más luminoso.
Algunas personas experimentan trastornos leves en el sueño durante algunos días mientras el organismo se adapta al nuevo horario. Sin embargo, según estudios, pueden presentarse complicaciones más graves: cuando se adelanta la hora, se incrementan los ataques al corazón, y cuando se atrasa, se produce un leve descenso del ritmo cardíaco. Esto se suma a otras investigaciones que sugieren el fracaso de estos cambios, ya que, aunque se reduce el consumo de energía, aumenta el uso del aire acondicionado por la noche.