Sucede ayer en Milán: un avión se estrella contra un edificio en construcción en la periferia sureste de la ciudad. Había ocho personas a bordo, todas las cuales perdieron la vida en el trágico accidente de avión. Entre ellos había un niño de un año.

Tres de ellos eran de nacionalidad rumana: el piloto de 68 años, Dan Petrescu, su esposa, Regina Dorotea, y su hijo de 30 años, Dan Stefan. El piloto era un magnate inmobiliario, uno de los hombres más ricos de Rumanía. El era también el propietario de la aeronave. Entre las víctimas se encontraban también el italiano Filippo Nascimbene, de 32 años, su esposa Claire Alexandrescou, de nacionalidad francesa, y el hijo de la pareja, Raphael, de un año. También estaban la abuela del niño, Miruna Anca Wanda Lozinschi, y un amigo de Dan Pedrescu, el canadiense Julien Brossard.

El impacto fue devastador y se ha abierto una investigación por desastre negligente. También se ha encontrado la caja negra. El avión permaneció en el aire durante un par de minutos, luego se averió, descendió y finalmente se estrelló. El avión había salido de la terminal reservada a los vuelos privados del aeropuerto de Linate (Milán), y se dirigía a Olbia, Cerdeña. Los problemas comenzaron inmediatamente, al igual que las maniobras desesperadas del piloto para evitar el choque.

A pesar de la trágica pérdida de ocho personas, las consecuencias podrían haber sido aún más graves. Hay una estación de metro cerca del lugar del accidente y el número de muertos y heridos podría haber sido mucho mayor. Además, afortunadamente, no había trabajadores en el edificio en construcción.

Los residentes locales escucharon un fuerte ruido y luego una explosión, causada por el impacto del avión. Inmediatamente, las llamas envolvieron el edificio.

Estas personas mueren, una macabra ironía del destino, en la esquina de Calle Marignano y Calle 8 octubre 2001, una calle que lleva el nombre de la tragedia aérea de Linate, la más grave de la aviación civil Italiana.