Un hombre, de 84 años, fue condenado por un tribunal de la ciudad alemana de Kiel, al norte de Alemania, por posesión ilegal de armas. Tendrá que pagar una multa de 250.000 euros y vivir en libertad condicional 10 meses. Entre sus armas más preciadas estaba un tanque Panzer de 40 toneladas y un cañón antiaéreo. Le darán dos años para deshacerse de este equipo y tener la opción de donarlo a algún museo que tenga artículos de exposición sobre la segunda Guerra Mundial.

El anciano, también guardaba un torpedo, un mortero, ametralladoras, fusiles de asalto, pistolas ametralladoras y más de 1.000 cartuchos. La primera revisión a su vivienda llegó en el verano de 2015, cuando la policía buscaba un grupo de objetos sobre el arte nazi que habían sido vendidos en el mercado negro, entre ellos dos estatuas de caballos de bronce que el hombre tenía en su residencia.

Más de 20 militares trabajaron para sacar el tanque del sótano del hombre que aseguró no saber la procedencia del tanque. Confirmó que lo compró en el Reino Unido y que para él, era solo una «chatarra». Cientos de objetos de este tipo siguen perdidos, por lo que las autoridades continúan investigando sobre ellos.