La muerte de Michael Jackson se produjo el 25 de junio de 2009 y esta noticia dejó boquiabiertos a todos los melómanos, periodistas, artistas y miembros del sector musical en todo el mundo, quienes vieron como parte de la historia de la música del siglo XX, aquella que había vivido su mayor apogeo comercial, se quedaba huérfana.
La desaparición del «Rey del Pop», como se conocía al famoso cantante, provocó que en los medios de comunicación no se hablara de otra cosa, además de las polémicas que rodearon los últimos años de su vida, preocupaban el el futuro de sus hijos y el destino de sus últimas grabaciones grabaciones.
Por un lado, su fallecimiento estuvo rodeada de sospechas. Jackson fue declarado muerto tras llegar a un hospital de Los Ángeles en coma profundo, después de haber sufrido una parada cardiaca en su domicilio tras realizar los ensayos para los conciertos que iba a ofrecer en Londres, según informó la prensa estadounidense aquel día, pero los motivos de aquel infarto tardaron en esclarecerse. No sería hasta el febrero del 2010, cuando su médico personal, Conrad Murray, fue acusado de provocar la muerte a Michael Jackson, tras suministrarle «sin mala intención» un cóctel a base de propofol, el sedante lorazepam, y otros analgésicos y estimulantes, según la sentencia por la que Murray fue condenado a cuatro años de prisión.
Desde su fallecimiento, el patrimonio del «Rey del Pop» ha aumentado en 600 millones de dólares, gracias a ingresos del espectáculo con su nombre del Cirque du Soleil, y un contrato con Sony Music para publicar nuevos discos. De hecho, los encargados de gestionar el patrimonio de Michael Jackson tienen muchos planes de cara al futuro, que pasan incluso por editar hasta ocho discos póstumos más, confeccionados con descartes de sesiones de grabación.
Hace poco más de un mes vio la luz un nuevo disco póstumo del artista, que se publicó bajo el título de ‘Xscape’ y que contó con diferentes productores. A estas canciones se unió una versión deluxe del disco, en la que se incluyeron grabaciones originales tal y como las registró en vida Michael Jackson.
El pequeño Jackson, el negro que se hizo blanco, inició su carrera musical en los años sesenta, con apenas 10 años en compañía de sus hermanos, The Jackson Five, actuando en sitios tan emblemáticos como el teatro Apollo de Nueva York. Una vida no ajena de polémica, se habló de explotación por parte de su padre, escándalos sexuales o falta de pago de los salarios de los empleados de su rancho de Meryland. Una vida siempre expuesta a los medios de comunicación, que lo convirtieron en el Rey del Pop, pero no dudaron en acusarlo de pederasta o enfermo cuando la actualidad parecía exigirlo.
Sus éxitos se cuentan en cientos. La repercusión mediática de su vida privada podría haberle perjudicado y sin embargo renacía siempre más fuerte. Desde que en 1979 publicó en solitario el álbum ‘Off the Wall’ consiguiendo su primer Grammy, pasando por los brillantes años ochenta cuando grabó el álbum ‘Thriller’ (1982), el disco más vendido de la historia de la música, y con el que se convirtió en el primer artista en obtener dos estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood. En 1985, junto a Lionel Richie y otros artistas del momento, lanzó Usa for Africa, una producción musical que contenía el sencillo ‘We are the world’, y destinado a reunir dinero para ayuda humanitaria en África.