El equipo dirigido por Pablo Laso ha pasado por encima del Barça en las semifinales de la Final Four en un victoria histórica por 38 puntos, 100-62.

El encuentro entre los dos grandes del baloncesto español se presentaba apasionante. Ambos conjuntos se conocen muy bien debido a la cantidad de enfrentamientos que han protagonizado en los últimos meses. De hecho en esta temporada se han encontrado en cuatro ocasiones, las finales de la Supercopa y de la Copa del Rey, que terminaron con victoria madridista, y dos en liga regular llevándose un partido cada uno.
El choque empezó muy fuerte para los blaugranas que se fueron 10-2 en el marcador. Tomic hacía daño en la pintura e intimidaba bajo su aro. Sin embargo, la entrada de Sergio Rodríguez, recién nombrado MVP de la competición, cambió el rumbo del encuentro y enderezó el marcador para terminar el primer parcial con 20-20.
El arranque del segundo acto sirvió para que gracias a un Felipe Reyes batallador como siempre, y un Real Madrid más acertado, endosaran un parcial de salida de 11-0 a los azulgrana. A partir de ese momento el dominio fue blanco durante todo el duelo aunque bien es cierto que un pequeño empujón catalán antes del descanso dejó el luminoso en 37-45.

Festival blanco
Con la segunda mitad llegó el recital del conjunto blanco. Todos y cada uno de los jugadores a las órdenes de Laso interpretaron a las mil maravillas la sinfonía que dirigía el míster, para en un maravilloso tercer cuarto endosarle a todo un Barcelona un parcial de 28-11. La lluvia de triples sobre el palacio de Milán hizo que hasta los menos habituales en la materia como Bouroussis la enchufaran desde la línea de tres puntos logrando un estratosférico 48% con 14 de 29 intentos. La intensidad defensiva, la velocidad en la circulación, la colocación en el rebote y sobre todo un acierto brutal por parte de todos los componentes del conjunto madrileño, hizo que el partido quedara totalmente sentenciado al comienzo del último cuarto con 50-85 en el marcador. De ahí al final no hubo historia salvo ver como los madridistas lograban endosarle la friolera de 100 puntos a su histórico rival. Sería injusto no valorar a todos por la gran labor realizada pero también lo sería no valorar el enorme partido de Nikola Mirotic, Felipe Reyes y Sergio Rodríguez. Ahora espera el Maccabi en la final del próximo domingo, donde el Real Madrid buscará poner el broche a la excelente competición realizada elevando la tan ansiada novena Copa de Europa para los blancos.

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