La mortalidad materna se ha reducido un 45 por ciento desde 1990, según datos de Naciones Unidas. Se calcula que en 2013 fallecieron cerca de 290.000 mujeres debido a complicaciones del embarazo y el parto, comparado con más de medio millón en 1990.
Según ha anunciado la ONU en un comunicado, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en la revista médica Lancet revela nuevos conocimientos sobre las causas de esas muertes.
Señala que uno de cada cuatro decesos se debe a condiciones de salud preexistentes como la diabetes, el VIH, la malaria y la obesidad, cuyos impactos pueden ser agravados por el embarazo.
También se refiere a la proporción de muertes durante el embarazo y el parto causadas por hemorragias graves.
Según señaló la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Barbados, Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Perú y República Dominicana redujeron en al menos un 38 por ciento, y, en algunos casos, en más del 60 por ciento la mortalidad materna entre 1990 y 2013. A pesar de este progreso, alrededor de 9.300 mujeres perdieron la vida en la región el pasado año por causas relacionadas con el embarazo.
En 2013, el 2,8 por ciento de las muertes maternas en el Caribe estaban relacionadas con el VIH y el 1,2 por ciento en América Latina. África subsahariana sigue siendo la región del mundo donde las mujeres corren el mayor riesgo de morir por ese tipo de complicaciones, aproximadamente una entre cuarenta.
La OMS subrayó la necesidad de invertir en soluciones comprobadas, como la calidad del cuidado prenatal a la embarazada y tras el nacimiento del bebé, especialmente a aquellas con enfermedades preexistentes.