Millares de trabajadores de una de las fábricas de zapatos más importantes de China situada en Dongguan – al sur del país- están en huelga para manifestar su descontento por la precariedad de las condiciones laborales a las que se ven obligados a trabajar. Hace diez años los empleados de la empresa hicieron una pausa para saludar a Michael Jordan que fue a echar un vistazo a las zapatillas de deporte Nike que llevaban su nombre. En aquel momento ya habían saltado las alarmas con acusaciones de explotación y el empleo de niños para la realización de los manufacturados.
Los trabajadores de la empresa Yue Yuen, grupo productor de marcas como Nike, Crocs, Adidas, Reebok, Asics, New Balance, Puma, Timberland, ya habían parado la actividad el 5 de abril por el mismo motivo: la defensa de sus derechos. En aquel momento se iniciaron pusieron en marcha negociaciones con el patronato de la empresa que se paralizarían en menos de una semana, motivo por el cual ha decidido iniciar iniciar una nueva huelga. Yue Yuen, líder en el mercado, da trabajo a más de 60.000 personas. Una situación que está sembrando el pánico entre las grandes marcas.
Una de las peticiones que no se han respetado, además de unas mejores condiciones de trabajo, ayudas para el financiamiento de los inmuebles, el pago de la aseguración y la providencia social. Muchos de los trabajadores de esta empresa no son originarios de Dongguan, sino que provienen de otras regiones del país y según las leyes chinas del trabajo no pueden trasferirla a otra región sino se paga un suplemento.
Pero la empresa no quiere saber nada al respecto, motivo por el que los empleados de la Yue Yuen se están manifestando uniéndose a la oleada de protestas que atraviesa el país.