El Barcelona sigue empeñado en darse tiros al pie en esta Liga. Sólo así se explica la derrota por 1-0 que han sufrido los azulgranas contra el Granada en Los Cármenes y que pone cuesta arriba sus opciones de ganar el título.
Pensando en la final de la Copa del Rey del próximo miércoles, el Tata Martino decidió dar descanso a hombres como Jordi Alba, Xavi o Dani Alves. En su lugar entraron Adriano, Song y Montoya. Sin embargo, al igual que la cabeza de su técnico, la de los jugadores del Barça tampoco estaba puesta en el partido de Los Cármenes.
Fiel reflejo de ello fue que, a los 15 minutos de partido, Brahimi se filtró entre los centrales, se plantó ante Pinto y batió al portero. El Barça apenas se inmutó ante el tanto recibido, siguió jugando de manera muy previsible. Por ello, al Granada le bastó con mantenerse de manera ordenada atrás para no sufrir mucho. Montoya y Neymar fueron los únicos jugadores azulgranas que generaron algo de peligro.
En la segunda parte, el Barcelona puso algo más de intensidad al juego y dispuso de multitud de ocasiones para empatar el partido, más por inercia que por buen juego. Sin embargo, entre que los jugadores azulgranas no estuvieron muy finos de cara a puerta y en los pocos tiros que hicieron entre los tres palos Karnezis estuvo sobresaliente, el Granada mantuvo su portería a cero.
En menos de una semana el Barça ha dicho adiós a la Champions, casi a la Liga y el miércoles no llegará en su mejor momento a la final de Copa. Lo único positivo de ésto para los culés es que tras estos resultado este verano al menos, sanción de la FIFA mediante, no tendrán dudas en hacer una revolución que hace años que demanda el equipo.