Sevilla y Valencia alcanzaron este jueves las semifinales de la Europa League tras una noche en la que la gesta y la épica fueron las mejores aliadas de ambos. Los hispalenses ganaron 4-1 al Oporto y los ‘ché’ 5-0 al Basilea.
El Sevilla sabía que en el Sánchez Pizjuán remontar el 1-0 que traían los lusos de la ida era una misión para nada imposible. Los hombres Unai Emery así lo demostraron con un inicio de partido de vértigo. De hecho, el Sevilla logró darle la vuelta a la eliminatoria con tres goles en 28 minutos.
Rakitic, Vitolo y Bacca hicieron los tantos de los andaluces. Destacó por encima de los tres el delantero colombiano, que estuvo descomunal volviendo loca a la zaga visitante. A los tres minutos forzó un penalti y dejó el partido prácticamente encarrilado antes del descanso. Sorprende con ese rendimiento que no esté en las quinielas para ir al Mundial con Colombia.
El Oporto no dio señales de vida más que por un detalles individuales de Quaresma hasta que,ya en la segunda parte, vio como se le abría una puerta con la expulsión por doble amarilla de Coke. Sin embargo, el Sevilla no había remado tanto como para ahogarse en la orilla y Gameiro disipó todos los fantasmas haciendo el 4-0 en el minuto 80. Quaresma maquilló el marcador con el tiempo ya cumplido con un tan insuficiente como de buena factura.
ALCÁCER HACE SOÑAR A MESTALLA
La película de Mestalla tuvo también final feliz pero mucha más intriga. El Valencia salió convencido de que remontar el 3-0 de Suiza era posible. Sin embargo, no logró crear muchas ocasiones sobre la portería de Basilea. Así fue hasta que en el minuto 37 Pablo Alcácer abrió el marcador. El gol espoleó a los ché, que casi acto seguido hicieron el 2-0 mediante Vargas. El tanto del chileno dio licencia para soñar a una grada de Mestalla que rugió entonces como hacía años.
Ya en la segunda parte, Alcácer siguió aumentando su leyenda con un soberbio golazo que igualó la eliminatoria. Quedaban 20 minutos para el final y daba la sensación que los hombres de Pizzi iban a lograr la machada antes de llegar al final de partido. No fue así debido a la mala puntería del Valencia.
Sin embargo, en la prórroga los Ché no perdonaron. Alcácer de nuevo y Juan Bernat pusieron en pie a Mestalla con otros dos goles que dan derecho a sus aficionados a creer que en semifinales ya nada es imposible.