El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, ha desechado cualquier consejo interesado con origen estadounidense o europeo y ha decidido iniciar su propia aventura de conquista en un enfrentamiento que supondrá un ‘todo o nada’. La que fuera República Autónoma de Crimea eligió el pasado domingo, mediante un referéndum en el que el 96,77% de los votos daba el sí, su anexión con las tierras rusas.

De esta forma, y bajo una elección que podría no ser tan democrática por su contexto, Rusia emprende un camino de no retorno en el que acepta una guerra, armada o no, con Merkel y Obama como principales adversarios. Putin, así, golpea primero adhiriéndose un territorio que simboliza el inicio de su mayor obsesión: Eurasia.
Con el objetivo entre ceja y ceja, la mañana del miércoles ha protagonizado la expulsión de una docena de militares ucranios de la sede de la Armada de Sebastopol. Se producía el cambio de bandera. La ondeante rusa se alzaba después de que unos 200 civiles tomaran el edificio en un movimiento que simbolizaba la conquista de un territorio en el que no todos aceptaban el cambio.

La primera de las consecuencias pasa por la promesa amenazante del presidente de los Estados Unidos. Rusia permanecerá totalmente aislada de manera internacional si no modifica una actitud autoritaria que deja al margen a los líderes de un G-8 que en su próxima reunión descenderá en un número tras la ausencia de la Federación Rusa. Mientras desde América y Europa se preparan para invalidar los primeros visados de procedencia rusa, en Crimea, comandados ya por un Putin con las ideas muy claras, sustituirán el próximo mes la moneda ucraniana por los rublos rusos. El primer paso de control de un territorio que se convierte en el origen de la disputa entre tres territorios que lucharán, sin tapujos, por mantener su orgullo intacto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com