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Comer a altas horas de la noche | ¿Cenar tarde hace engordar?

Podriamos estar incorporando el mal hábito de cenar tarde en nuestras vidas sin ser conscientes de los efectos nocivos que genera en la salud.

Hay viejo refrán que sugiere «desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo», y la ciencia moderna confirma este dicho popular. Cenar a altas horas de la noche no solo altera el ritmo circadiano, sino que también aumenta el riesgo de engordar.

Nuestro cuerpo está diseñado para comer durante el día y descansar por la noche. Marta Garaulet, doctora en Farmacia y nutricionista, explica para el sitio web avalado por la Academia Española de Nutrición y Dietética, Nutriendo, que mientras dormimos, el sistema digestivo descansa y se repara. La melatonina, hormona que actúa durante el sueño, puede interferir con la producción de insulina y la regulación del azúcar si comemos cuando sus niveles son altos, lo que también puede contribuir al aumento de peso.

Un estudio del Brigham and Women’s Hospital, publicado en Cell Metabolism, sugiere que cenar tarde contribuye al aumento de peso debido a la disminución de los niveles de leptina (la hormona de la saciedad), la quema más lenta de calorías y la activación de genes que favorecen el crecimiento del tejido adiposo.

Otros efectos de cenar tarde en la salud

Cenar tarde no solo contribuye al aumento de peso, sino que también puede estar relacionado con enfermedades como la obesidad, el cáncer y la depresión. Garaulet explica que cuando los ritmos circadianos se desajustan, el cuerpo no puede diferenciar entre el día y la noche, lo que provoca desórdenes en todos los órganos y tejidos.

Para mantener el reloj biológico en funcionamiento, es crucial tener una rutina constante que asocie el ayuno con el sueño y las comidas con las horas de vigilia. Comer a la misma hora todos los días ayuda a preparar al cuerpo para la digestión y el metabolismo eficiente de los alimentos.

La ingesta de carbohidratos debe ser mayor en las primeras horas del día, ya que el metabolismo de la glucosa sigue ritmos circadianos. Un estudio realizado por Garaulet con 800 personas demostró que quienes consumen más energía por la noche tienen el doble de probabilidad de ser obesos.

Además, las personas con hábitos nocturnos tienen cinco veces más probabilidad de desarrollar obesidad si ingieren carbohidratos por la noche. Los efectos adversos de cenar tarde también se extienden a la actividad física intensa antes de acostarse, lo que puede retrasar el sueño y empeorar el descanso.

En resumen, debemos darle importancia a nuestros horarios de comida y crear el hábito de cenar temprano. Si  mantenemos un horario regular de comidas  la salud metabólica puede mejorar significativamente y reduciremos el riesgo de diversas enfermedades en nuestro organismo.

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