En la nueva playa exclusiva para mujeres de Abu Dabi, no solo tienen prohibida la entrada los hombres. Los celulares y las cámaras fotográficas también quedan fuera para mantener a las bañistas totalmente alejadas de miradas o visores indiscretos.
La reciente inauguración de esta playa, cuyas arenas desprenden olor a perfume de alta gama y no a crema solar, responde a la demanda de numerosas mujeres locales que solicitaban un espacio en el que sentirse «cómodas tomando el sol o un baño», según declararon a Efe varias de las usuarias.
Tras franquear una valla que se adentra incluso en el mar, las bañistas entran por un acceso custodiado por un guardia de seguridad normalmente ataviadas con la conservadora «abaya» y el «hiyab» (la túnica negra y el velo islámico).
A continuación, se dirigen a los vestuarios o directamente a las hamacas o sofás con dosel ubicados en la arena, donde sin tapujos se desprenden de sus ropas.
«Me encanta la idea de que haya una playa solo para mujeres. Puedo venir con mis hijas y mi familia con total libertad, debería haber más lugares como este», dijo a Efe una bañista siria, que prefirió no dar su nombre.
Es lo que piensa la mayoría, pero hay otras usuarias que no se muestran de acuerdo con algunos bañadores, que consideran inapropiados de acuerdo a la «sharía» o ley islámica.
Dos mujeres presentes en la playa, también de origen sirio, que se bañaban con un traje de neopreno denominado popularmente ‘burkini’ -acrónimo de burka y bikini-, se mostraron sorprendidas por la «desnudez» de algunas de sus vecinas de hamaca.
«Lo que vemos aquí no es lo que nos enseña nuestra tradición, hay mucha ropa indecente, este no es el ejemplo que quiero darle a mi familia», dijo una de ellas.
Las mujeres suelen ir acompañadas de sus hijas e hijos, aunque solo los varones menores de seis años pueden entrar en el recinto, situado en la zona de Al Batin, al oeste de Abu Dabi.
Los hombres no pueden estar en esta exclusiva playa, pero tampoco mirar desde fuera. Una gran valla rodea el recinto, coincidiendo en muchos puntos del paseo marítimo con un alto palmeral.
Las cámaras fotográficas y los teléfonos móviles no están permitidos, por lo que deben dejarse en los coches y, en el caso de que no se tenga a mano un vehículo, hay que entregarlos al guardia de seguridad.
«La Policía de Abu Dabi ha ordenado que todos los dispositivos fotográficos, incluidos los móviles, se dejen en casa o en el coche»,explicaba el agente mientras controlaba la entrada de una familia emiratí integrada por dos hermanas, la madre, tres hijas y una niñera.
Aunque la prohibición de estos dispositivos es, según el guardia, por «el propio bien de las mujeres», a veces surgen problemas porque muchas de ellas intentan acceder con celulares provistos de cámara porque rechazan la idea de tener que «separarse» de ellos.
«Mi hermana y yo hemos tenido que firmar dos documentos a la entrada de la playa que autorizan que nos confisquen los celulares, ya que hemos venido sin coche y no tenemos donde dejarlos», se quejó una de las emiratíes, que consideró innecesaria esta medida.
La playa de Al Batin, cuyo acceso cuesta cinco euros, puede albergar a 1.100 mujeres y niños en el agua y a un total de 5.000 en la arena.
Hamacas con sombrillas, sofás con dosel e incluso un chiringuito, instalación no demasiado frecuente en Emiratos Árabes Unidos, quedan a disposición de los clientes, de alto poder adquisitivo.
También cuenta con duchas, un parque infantil cubierto y cine, así como zonas para practicar deportes acuáticos, voleibol y yoga. Todo para que las mujeres, ya sea en abaya, ‘burkini’ o bikini, puedan disfrutar del mar en la más estricta privacidad.