El futbolista del Barcelona parece que dirá adiós al club de su vida tras los malos momentos vividos esta temporada. Su posible destino, según el diario inglés The Telegraph, sería el Chelsea.
Tras la casi segura salida de Frank Lampard, rumbo a la MLS, en concreto al NYC junto a David Villa, Mourinho quiere apuntalar esa parte del campo con un crack en esa posición. Ni más ni menos que Cesc Fábregas. Es un llegador, muy del estilo de los centrocampistas del gusto del portugués. Maneja los tiempos de los partidos, y lo más importante, se ahorraría el periodo de adaptación al fútbol inglés, a la ciudad y al país, tras su larga estancia en el Arsenal.
Por su parte, el futbolista es muy del agrado de la operación, ya que su distanciamiento con la grada del Camp Nou es casi insalvable tras los abucheos recibidos en los últimos partidos del Barça en casa. Ése hecho, ha provocado el malestar del jugador y desde el club lo han declarado transferible. Eso sí, no lo van a regalar y esperen ingresar una cantidad cercana a los 40 millones de euros, lo que les permitiría aventurarse en alguna otra operación de importancia.
Desde Inglaterra aseguran que la oferta de Abrahamovic por el catalán puede rondar los 37 millones de euros, lo que casi cubriría las exigencias blaugranas. Con este panorama, el caso Cesc podría resolverse más rápido de lo esperado.