Puede parecer que para Cristiano Ronaldo y el Real Madrid la Liga está acabada y sólo se piensa en la final de la Liga de Campeones del próximo 24 de mayo. Pues no, para CR7 queda un partido muy importante frente al Espanyol.

El crack portugués del conjunto blanco no tiene límites y a pesar de disfrutar en sus vitrinas de infinidad de trofeos individuales y colectivos, quiere más. Esa ambición es la que le lleva cada año a ser mejor jugador. Esa voracidad insaciable es la que ayuda a que su club gane más y pelee siempre hasta el final por los títulos. Y como no puede ser de otra manera para Cristiano, el del sábado contra el club catalán no es uno más. El delantero madridista está empatado en este momento a 31 goles con el uruguayo del Liverpool Luis Suárez en la lucha por la bota de oro. Todos los datos están a favor de CR7, ya que el delantero Red no puede anotar más, una vez que ha terminado la Premier, mientras que al de Madeira le queda el duelo del Bernabéu. Además, Luis Suárez ha participado en 32 encuentros para lograr la no desdeñable cifra de 31 goles, mientras que Ronaldo sólo ha necesitado 30 para alcanzar dicha cifra.
El luso no quiere compartir la que sería su tercera bota de oro después de las que conquistó en el año 2008 con el Manchester United y en el 2011 con el Real Madrid. Un gol contra el Espanyol redondearía una temporada casi perfecta para él a nivel individual ya que lograría terminar como Pichichi en la Liga española, Pichichi de la Liga de Campeones y Bota de Oro en Europa, además del Balón de Oro que le fue entregado el pasado enero. Si lo pudiese coronar con la conquista de la Champions, añadido a la Copa del Rey, y llevar a su selección a las rondas finales del Mundial, su año sería casi perfecto y le dejaría muy bien colocado de cara a lograr el Balón de Oro de la temporada que viene, lo que supondría el tercero en sus vitrinas. Cristiano no va a descansar y ya está afilando sus garras para meter miedo al mundo Atlético con la estación previa del Espanyol.