Tras la consecución de la Décima, tocaba celebrarlo con su público, con los que han apoyado cada miércoles en el duro y largo camino hasta el título.

El Bernabéu se engalanó para recibir a sus héroes. Desde las 21:30 horas más de 70.000 aficionados abarrotaban las gradas del coliseo blanco esperando impacientes a los jugadores. El recorrido preparado, era primero pasar por la Comunidad de Madrid para presentar el trofeo y dedicar unas palabras a los miles de aficionados que les recibieron en la Puerta del Sol. Más tarde pasaron por el Ayuntamiento donde les esperaba la alcaldesa, Ana Botella, para felicitarles por el éxito conseguido. Pero lo importante para la plantilla del Real Madrid, lo que ellos querían, más allá de los trámites, era vivirlo con los suyos, con los que les han dado aliento en los malos momentos para lograr alzar la ‘orejona’, y eso se concreto a partir de las 22:45. En ese momento los futbolistas pisaron por fin el césped y vieron lo que les esperaba en las gradas. Tras ver un par de vídeos sobre la final y el camino a ella, llegó el momento de las presentaciones en el que los jugadores fueron nombrados uno por uno al unísono entre el presentador del acto y los aficionados. Los más aclamados de la plantilla fueron Isco, Modric y el MVP de la final, Ángel Di María. Pero el éxtasis, la auténtica locura, se desató cuando fueron nombrados la gran estrella blanca, Cristiano Ronaldo, el héroe de la Décima, Sergio Ramos, y el gran capitán, Iker Casillas. A continuación, éstos últimos dedicaron unas palabras al Bernabéu. Iker no se anduvo con rodeos y aparte de agradecer a la afición su apoyo, afirmó que “ya estamos preparados para ir a por la undécima”. Ramos por su parte, quiso dedicar el título a “la afición, a mi familia, a mi mujer y a mi hija, y sobre todo a una persona muy especial que nos dejó hace un tiempo y que es parte también de este éxito, la mujer del Presidente, Pitina”. Cristiano se mostró “muy feliz por la conquista de la Décima” y quiso volver a recordar “lo primero que hice cuando entré en el Bernabéu: Uno, dos y tres, ¡Hala Madrid!”.
Tras ellos llegó un momento muy especial, que fue cuando Ancelotti se lanzó a entonar junto a toda la afición el nuevo himno creado para la ocasión a la luz de los fuegos artificiales que iluminaban el cielo madrileño. Parece que la nueva canción madridista tuvo buena aceptación y no sería descabellado que la empezáramos a escuchar a menudo.
Por último, todos los jugadores dieron una vuelta de honor ofreciendo la copa a todo el Bernabéu y acabaron con todos sus hijos correteando por el césped entre las miradas de afecto de sus aficionados. Un broche de oro final para una gran temporada blanca.

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