Si creías hacia extrañamente más calor de lo habitual este invierno no estas loco. Este invierno a lo largo y ancho del continente europeo se ha visto una incremento substancial en la temperatura en comparación a años precedentes.

A pesar de estar atravesando el fenómeno climatológico de La Niña, el cual es un patrón que en teoría enfría al planeta, este 2022 Europa a sufrido fuertes olas de calor, incendios e inundaciones. La crisis climática ha, sin duda, potenciado los efectos destructivos de La Niña se espera que estos efectos continúen hasta agosto u octubre del 2023 cuando el patrón de calentamiento conocido como El Niño se haga presente.

Lo más posible, advierte la comunidad científica, es que sobrepasemos los 1.5 grados Celsius estipulados como límite en la junta de Paris. No hace falta, sin embargo, una comunidad científica para darse cuenta de los cambios en temperatura. Este invierno se han registrado temperaturas récord en países como Bielorrusia, Dinamarca, Republica Checa, Polonia, Países Bajos, Latvia, Lituania y Liechtenstein con temperaturas que llegan a los 2.2 grados por encima del promedio. Estas cifras récord se registraron en Europa primordialmente en la noche de año nuevo.

Aunque el calor está disminuyendo lentamente en Europa a medida que el aire del Ártico se filtra desde el noreste, se pronostican temperaturas superiores a lo normal para gran parte de la región continental hasta al menos el 10 de enero. Después de eso, el pronóstico es un poco menos claro, pero un clima más fresco podría surgir a mediados de mes.

Sin embargo, estas noticias no se acercan en lo absoluto a ser suficientemente buenas para evitar grandes catástrofes. Inevitablemente, las temperaturas más altas significarán que la sequía severa seguirá estando a la orden del día, reduciendo drásticamente el rendimiento de los cultivos en muchas partes del mundo.

En 2022, el clima extremo provocó una reducción de las cosechas en China, India, América del Sur y Europa, lo que aumentó la inseguridad alimentaria. Es probable que las existencias sean más bajas de lo normal en 2023, por lo que otra ronda de malas cosechas podría ser devastadora. La escasez de alimentos resultante en la mayoría de los países podría provocar disturbios civiles, mientras que el aumento de los precios en los países desarrollados seguirá avivando la inflación y la crisis del costo de vida. Ciudades enteras podrían desaparecer a causa del incremento de la temperatura por El Niño; aumentando el nivel de agua en la cuenca atlántica sumergiendo a grades ciudades de Estados Unidos