Amamos a nuestras mascotas y quisiéremos que vivan para siempre. Y aunque de cierta manera siempre nos acompañarán, las mascotas no podrán nunca vivir tanto como nosotros, no está ni cerca, ni si quiera Pebbles, el perro más viejo del mundo.
Con su muerte a los 22 años, el perro originario del sureste de Estados Unidos, se convirtió en el perro más longevo jamás registrado según el libro Guinness de los récords mundiales.
Pebbles era una hembra, prima genética de los foxterriers. Nació el 28 de marzo de 2000 en Long Island, en el estado de Nueva York pero vivió la mayor parte de su vida en Carolina del Sur. Desde el 2012 se la alimentaba con comida para gatos hecho que se dice contribuyó a su longevidad, y el tener 32 cachorros no pareció haber jugado de ninguna manera en contra de su salud.
Sus dueños se despidieron en instagram publicando una foto seguida de este texto «Pebbles, el perro más viejo del mundo, lamentablemente falleció de manera natural y en paz en su casa y rodeada de su familia».
La noticia también fue compartida en la página oficial del libro Guinness de Records Mundiales.
Cuando se le preguntó a su dueña, Julie Gregory, cuál era el verdadero secreto de la larga vida de Pebbles, esta comentó que se debía principalmente a su higine; el aseo de la perra se llevaba con extrema delicadeza y ‘la mayor atención’ detallo Gregory.
Sin embargo, científicamente se puede comprobar que los perros pequeños son los que viven más con una media de 20 años, lo perros grandes por su parte viven entre 8 a 10 años y los medianos un 15. Hay muchos otros factores que influencia la vida del animal como ser la raza, el clima en donde viven, la genética y lógicamente los cuidados de sus dueños.