Un estudio llevado a cabo por las Naciones Unidas en 2019 afirma que la producción de prendas para vestir a incrementado en un 200% entre 2000 y 2014. Así mismo, el estudio ayudó a revelar que esta industria es ‘’responsables del 20% del desperdicio total del agua a nivel global’’.
Parte de la explicación de este incremento yace en las nuevas tendencias consumistas de la moda, las cuales instauran el consumo masivo de rendas a una velocidad nunca antes vista. Cada vez son más las prendes que se producen y, lógicamente, también es mayor el desecho de las mismas.
El fast fashion no solo encarna una violación a los derechos humanos e incentiva la sobreexplotación de la mano de obra en los países a las grandes compañías recurren para outsourcing sino que también tienen serias repercusiones en el medio ambiente, desde la misma fabricación, el transporte y el desecho; los textiles pueden tardar hasta 200 años en degradarse.
Como es de esperarse, gran parte de la ropa que se desecha en el primer mundo llega al tercero a precio de bulto para ser comercializado entre los que no cuentan con ‘tanto poder adquisitivo’ como sus contrapartes. En Chile, 59.000 toneladas anuales de ropa entran al país por la zona franca de la ciudad norteña de Iquique, de las cuales 66% se descartan.
En abril, una abogada de Iquique presentó una demanda ante el Primer Tribunal Ambiental Chileno acusando al Fisco de Chile y la Municipalidad de Alto Hospicio por ‘’daño ambiental’’.
“Han existido sistemáticas conductas negligentes, omisivas y falta de servicio que ha generado un grave y significativo daño ambiental y riesgo a la vida y salud de los habitantes de Alto Hospicio”, afirma la abogada.
Es en la mitad del desierto de Atacama – a completo cielo abierto – que yace un basural clandestino de cientos de metros cuadrados con ropa desechada proveniente de Estados Unidos, Europa y Asia.
La jueza que acogió la demanda, Sandra Álvarez, comunico que “El tribunal está realizando una diligencia judicial en atención a una demanda, en donde esencialmente se acusa que existen botaderos ilegales de ropa al interior de algunas quebradas y sectores de la comuna de Alto Hospicio y estos botaderos serían en definitiva una fuente de contaminación”
El vertedero también cuenta con otros residuos como neumáticos, partes de autos y aparatos electrónicos.
Esto además de afectar el ecosistema de un lugar con altísimo valor ambiental, es viva demostración de los estragos que nuestro comportamiento y falta de consciencia están ocasionando. Estos ‘botaderos’ no son únicos del desierto de Chile, sino que se encuentran en todo el mundo, en especial en los países ‘menos desarrollados’ que al final terminan sufriendo todas las consecuencias de una industria voraz que solo persigue la ganancia. Explotados laboralmente y victimas de los desperdicios de las cosas que alguna vez produjeron.
La industria de la moda tiene que dar un vuelco de 360 grados si queremos poder vivir en este planeta, afortunada o desafortunadamente el cambio lo tenemos que hacer nosotros. ¿Dejarías de comprar ropa? ¿Te contentarías con solo 3 pares de zapatos?