La liberación de uno de los líder principales de la temible pandilla salvado-estadounidense Mara Salva Trucha (MS13) continúan produciendo sospecha por parte de los Estados Unidos hacia el gobierno de Nayib Bukele.

Bukele, ahora presidente de El Salvador, empezó a confeccionar un pacto con la MS13, sobre una tregua ya establecida en 2012 por el entonces presidente de El Salvador ‘Mauricio Funes’ – alrededor de 2015 mientras aún ejercía como jefe municipal en San Salvador. Este segundo pacto buscaba encontrar algún tipo de acuerdo de paz con la pandilla para que estas dejaran de cometer delitos contra la población civil, acabó de una reducida persecución policial por parte del estado. No sería sino hasta el 2019, ya siendo presidente, que el pacto por fin se consolidaría.

Años más tarde, en septiembre de 2021, se liberó a Moisés Humberto Rivera Lina, mejor conocido como ‘Viejo Santos’. El pandillero, que habría iniciado su carrera en la MS13 cuando vivía en Maryland, el estado vecino a Washington D.C. llegó a convertirse en uno de los líderes más influyentes de la pandilla tanto en el país norteamericano como en El Salvador. Por lo menos desde el año 2010, Viejo Santos, a sido un jefe importante de la Normadie Locos Salvatruchos (NLS) una de las clínicas fundacionales de la MS13.

Las clínicas son las unidades básicas de organización de los Mara Salva Trucha, estas empezaron una etapa de ‘modernización’ desde el 2003 cuando se les fue ordenadas, desde El Salvador, ‘correr los programas’ lo cual se traduce en una exportación de la cultura de violencias, organización, estructura e identificación criminal y social hacia El Salvador. Esto a de ser visto desde una perspectiva histórico-política, siendo que Bill Clinton consolidaría su política de deportación masiva de migrantes latinos a mediados de los 90’s lo cual introdujo un grupo significativo de pandilleros en el entonces, relativamente calmo, país latinoamericano.

Fue con esta ola de deportaciones que el ‘Viejo Santos’ llegó a El Salvador, donde en 1999 fue condenado a 25 años de prisión por asesinato. Su repentina liberación 22 años después no termina de llamar la atención de Estados Unidos por una serie de razones; en primer lugar, porque era sabido que desde el 2013 que Viejo Santos estaba incluido como uno de los objetivos estadunidense en la lista elaborada por el Departamento del Tesoro. Segundo, porque su liberación se llevó a cabo en silencio y en medio de un pacto de gobernabilidad entre Bukele y el liderazgo de la MS13.  A pesar de ser buscado por Estado Unidos por varios crímenes cometidos en su territorio, se exclama que el líder pandillero fue sacado de la cárcel por un funcionario de Bukele quien fue el mismo que lo llevó a Guatemala donde fue detenido en abril de este año por un delito menor.

Por último, tras el resquebrajamiento del pacto de 2019 que vio el asesinato de 87 persona en 72 horas por parte de la pandilla como muestra de desacuerdo hacia algunas decisiones del gobierno. Y con la respuesta de Bukele siendo un régimen temporal de excepción que lleva ya cuatro meses y donde han muerto ya 58 persona bajo custodia del Estado. Poca o nula atención se le ha puesto a este peligroso líder de la pandilla que sigue cumplimento sentencia en Guatemala. Es decir, ninguna represalia se les ha adjudicado a este y otros palabreros que podrían o no seguir operando desde sus bases en Estados Unidos o las prisiones guatemaltecas.

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