Por mucho tiempo alejado de la política, por esta más concentrado en su carrera como cantante de ópera, Laureano Ortega Murillo, hijo del actual presidente y vicepresidenta de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, esta siendo aclamado por muchos periodistas y analistas políticos como el nuevo sucesor de la dupla Ortega-Murillo.
Laureano hizo su ingreso en el escenario político en 2012 tras ser nombrado asesor presidencial para la Inversión, Comercio y Cooperación Internacional de la Presidencia de la República. Después de ello, ocuparía una posición no central pero adyacente a la política como director de la agencia ProNicaragua la cual estaría encargada de atraer inversiones extranjeras al país. Que, tuve como algunos de sus proyectos la promoción del Gran Canal Interoceánico en 2014; una obra valorada en 50.000$ millones de dólares y cuya concesión la tiene Wang Ying, un empresario chino.
El sexto hijo del matrimonio, sin embargo, no se quedaría en esta posición por mucho tiempo. Empezó a ejercer el rol de representante del país centroamericana en misiones diplomáticas sin si quiera serlo. Su firma puede ser vista en acuerdo bilateral y en los últimos años se ha vuelto una de las figuras más características dentro de gobierno de sus progenitores.
Algunas de sus acciones en el plano internacional han sido sobresalientemente relevantes. En diciembre del 2021, por ejemplo, Nicaragua rompió relaciones diplomáticas con Taiwán y restableciendo las misma con China. Quien fue a firmar el acuerdo no fue el Canciller Denis Moncada sino Laureano en persona. Es mismo mes, habría también liderado la delegación oficial que viajó a Rusia.
El hijo de la conocida pareja presidencial a ha ayudado a consolidar el poder de sus padres sobre el gobierno y el país, pues es él quien ahora gestiona las relaciones más importantes de Nicaragua convirtiéndose en la renovada cara del partido revitalizando las relaciones internacionales entre países forjando nuevos acuerdos diplomático en especial con funcionarios chinos y rusos.
Resulta irónico pues que a pesar que la Constitución Política de Nicaragua prohibiendo los nombramientos de funcionarios públicos hasta el cuarto grado de consanguinidad, todos los hijos e hijas de Ortega Murillo ocupan cargos dentro del gobierno. Con la excepción de Zoilamérica Nárvez, hijastra, quien denunció a Ortega por abuso sexual y se encuentra ahora en Costa Rica.
Los escándalos también rodean a Laureano, no solo tiene varias denuncias por lavado de dinero y enriquecimiento personal ilícito, sino que muchas de las obras que su agencia ProNicaragua habría iniciado nunca llegaron a terminarse. Por el contrario, se dice que estas ayudan a lavar dinero e incluso para la apropiación de terrenos por los que o en los que las obras se llevarían a cabo.
Muchos analistas políticos continúan afirmados que él llegará a ser el nuevo sucesor pero que antes esta su madre Rosario Murillo. Dando explicaciones a por que él y no otro de sus hijos, la respuesta más aceptada es que es una cara bonita que si bien dentro de la estructura del Frente Sandinista no tiene ningún tipo de mando el que sea nombrado asesor presidencial y que se frente de ProNicaragua ya es una ruta que lo prepara para la sucesión.